martes, 7 de octubre de 2014

LOS PELIGROS DEL AGUA EMBOTELLADA


Es verdad que no siempre se puede confiar en la pureza del agua que sale de la canilla, especialmente en regiones en donde el servicio público es ineficaz.

Sin embargo, el agua embotellada no es siempre una opción mejor a la que sale del grifo. Cuando confiamos en su origen y reforzamos su potabilidad (con lavandina, hirviéndola o con purificadores), puede ser realmente más conveniente que la que se compra en kioscos y supermercados. El sitio Vida y Salud te explica por qué.

Aunque está controlada por organismos públicos, sólo se garantiza que el agua se embotella de acuerdo con los estándares de calidad, pero no exige que las compañías le informen cada año sobre la calidad del agua.

Además, hay diferentes tipos de agua embotellada. Algunas provienen directamente de manantiales naturales, pero otras simplemente provienen de tu mismo acueducto, sólo que la empresa embotelladora las "purifica” o "destila”. Para tomar agua realmente natural, compra sólo las botellas que digan "agua de manantial”.

Por último, el agua embotellada es una opción más cara y menos ecológica. Por cada botella que compras, estás pagando no sólo el agua, sino la planta, el plástico y los largos recorridos que hacen para llegar a tu supermercado. Además, casi siempre se convierte en una botella más en los basureros, pues pocas personas las reciclan.

Muchos se deciden por el agua embotellada simplemente porque les sabe diferente al agua del grifo. Esto se debe a que gran parte del agua embotellada ha sido enriquecida con minerales como sodio o calcio. Y el agua de grifo, en cambio, contiene más fluoruro y a muchas personas no les agrada ese sabor, asegura Vida y Salud.

Hay en cuenta que mientras el sodio de las aguas embotelladas no es bueno cuando tienes hipertensión, el flúor en el agua de grifo sí es bueno para prevenir las caries.

Del grifo o de la botella, el agua siempre tendrá cierto nivel de contaminantes: bacterias provenientes de las heces fecales de animales y humanos, algunos químicos liberados por las industrias, nitrato de los fertilizantes usados en los cultivos, minerales como mercurio o plomo. Estos contaminantes algunas veces entran de forma inevitable porque se encuentran en la tierra o porque son deshechos creados por el hombre.

Pero estos contaminantes no son necesariamente peligrosos para la salud, cuando se encuentran en cantidades pequeñas, destaca el sitio.


Algunas personas sí pueden ver afectada su salud al tomar o cocinar con agua que contiene alguna cantidad de contaminantes, como los enfermos de HIV/SIDA, los pacientes que reciben quimioterapia o quienes se hicieron un trasplante de órgano recientemente. Algunas veces el agua con contaminantes puede afectar a las mujeres embarazadas y a los niños pequeños

No hay comentarios:

Publicar un comentario